Comenzamos haciendo la salsa mayonesa con ayuda de la batidora. Ponemos un huevo, un pellizco de sal y 200 ml de aceite de girasol. Comenzamos a turbinar y mantenemos abajo las cuchillas de la batidora hasta que comience a emulsionar la salsa. Después vamos subiendo poco a poco hasta tener lista nuestra salsa mayonesa o mahonesa.
Una vez que tengamos la mayonesa preparada, la pasamos a un bol y añadiremos el resto de ingredientes. Al añadir los zumos, vamos batiendo con las varillas para evitar que se corte.
Por eso es importante que la mayonesa de la que partimos sea bien espesa. Después agregamos el ketchup y el brandy y mezclamos bien todo hasta obtener una salsa rosa de nuestro gusto. Para ello podemos usar más o menos ketchup, brandy o zumos, hasta ajustarla a nuestras preferencias.
Una vez tengáis vuestra fórmula perfecta, apuntadla para tenerla siempre a mano y que siempre os salga igual, -o dejadla apuntada en los comentarios-. Cuando tengáis la salsa rosa lista, la guardáis en frío en la nevera hasta el momento en que la vayáis a usar.
Con qué acompañar la salsa rosa
La salsa rosa es perfecta para salsear gambas, langostinos y otros mariscos cocidos. También es perfecta para condimentar ensaladas, napar huevos rellenos y para servir con delicias de merluza o con otros pescados.