Cubrimos la base de cada vasito con una fina capa de caramelo líquido y reservamos. Encendemos el horno, a 160 ºC con calor arriba y abajo. Llenamos una fuente de horno con un par de dedos de agua y la introducimos en el horno.
En un recipiente amplio y hondo mezclamos las yemas, los huevos y el azúcar, sin batir en exceso para no incorporar aire. Añadimos los tres tipos de leche y removemos de nuevo hasta incorporar. Pasamos por un colador.
Rellenamos los vasitos con la mezcla y cubrimos cada uno de ellos con papel de aluminio. Los introducimos en la fuente con el agua que tenemos dentro del horno y programamos 45 minutos.
Transcurrido este tiempo apagamos el horno, retiramos la fuente con los vasitos y dejamos que se enfríen en su interior, dentro del agua. Los guardamos en la nevera hasta el momento de servir, mejor de un día para otro.